LOS ULTIMOS DIAS

·       El propósito de la creación de Dios es construir el Reino de los Cielos en la tierra. Sin embargo, a causa de la caída, los seres humanos han establecido el infierno en la tierra, es decir, el mundo de la soberanía satánica (Jn. 12:31, II Cor. 4:4)

·       Si este mundo de pecado tuviera que continuar para siempre en su estado actual, Dios sería un Dios impotente e incapaz, que habría fracasado en Su creación. Por consiguiente Dios salvará este mundo de pecado por todos los medios.

·       Salvar a una persona que sufre bajo el yugo del pecado significa restaurarla a su estado original, sin pecado. Por lo tanto la labor de salvación de Dios es la providencia de la restauración.

Jn. 12:31: “Ahora el Príncipe de este mundo será derribado.”

II Cor. 4:4: “Para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo.”

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·       Los Últimos Días son el tiempo en el cual, con la llegada del Mesías como centro de transición, el mundo del mal bajo la soberanía satánica será transformado en el mundo ideal bajo la soberanía de Dios.

·       El infierno en la tierra será transformado en el Reino de los Cielos en la tierra.

·       No será un día de terror en el cual el mundo será destruido por catástrofes globales, como han creído muchos cristianos. En realidad será un tiempo de alegría, en el cual la esperanza de toda la humanidad será realizada.

·       La era actual son los Últimos Días.

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 ·       La II carta de Pedro 3:12 dice: “Los cielos, en llamas, se disolverán y los elementos, abrasados, se fundirán.”

·       Profetizando el tiempo de Jesús, Malaquías (3:19) habló de un día que ardía con el fuego del juicio, y Lucas 12:49 dice que Jesús venía a traer fuego a la tierra.

·       No obstante, no hay ningún testimonio de que en su tiempo Jesús juzgara al mundo literalmente con fuego.

·       Como dice Santiago 3:6, “La lengua es fuego”; el fuego del juicio que Jesús vino a traer era un juicio por la lengua, es decir un juicio por la Palabra. 

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·       Con el espíritu y la verdad, Dios restaura a los seres humanos que han caído en la ignorancia a través de la caída.

·       El espíritu y la verdad son únicos, eternos e incambiables. Sin embargo el grado y el nivel de sus enseñanzas y sus medios de expresión varían de una era a otra a medida que restauran a la humanidad desde un estado de ignorancia  total.

·       Para que los hombres modernos, que son más intelectuales puedan ser iluminados por la verdad, debe aparecer una nueva enseñanza de contenido más rico y elevado, con un método de expresión más científico. Llamamos a esto la nueva verdad.

·       Estamos viviendo en los Últimos Días. No debemos permanecer rígidamente apegados a los conceptos tradicionales, sino más bien, buscar la nueva verdad que nos pueda guiar a la providencia de la era moderna.